Todos estamos familiarizados con los tatuajes, pero durante los últimos años hay un término que se ha hecho notar, los tatuajes estéticos. Tatuajes que ayudan a disimular cicatrices, ahorrar tiempo en maquillarse y resaltar algunas zonas del rostro para embellecerlo. Algunos de ellos no son para toda la vida y deben retocarse cada cierto tiempo, sin embargo, sus ventajas son superiores.
La manera de hacer los tatuajes estéticos dependerá de sus fines. Para corregir la aureola de una mujer que ha pasado por un cáncer de mama, por ejemplo, se necesitará un estudio previo para reconstruirla y lograr un buen resultado. Para ello, se utiliza una máquina para tatuar, la misma que para tatuajes artísticos.
En el caso de que el deseo sea disfrutar de una raya del ojo tatuada (micropigmentación) hay que utilizar un dermógrafo. Este aparato es una especia de lápiz digital de gran precisión que da un aspecto muy natural. Cada cierto tiempo deberá repasarse, pues como mucho dura 2 años.
Para dibujar el pelo de las cejas y que estas se vean más pobladas (microblading) se usa una pluma desechable. El resultado también es muy natural, pero antes de ponerse a trabajar en este tipo de tatuajes estéticos hay que hacer un estudio de la forma de la ceja que dependerá de la forma del rostro.