La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha alertado de que el uso de la cloroquina e hidroxicloroquina pueden producir trastornos neuropsiquiátricos como, por ejemplo cuadros agudos de psicosis, intento de suicidio o suicidio consumado.
De hecho, ha señalado que en pacientes tratados con hidroxicloroquina para el tratamiento de la Covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, también se han notificado algunos casos graves de este tipo. En concreto, en estos casos los trastornos en el comportamiento han aparecido principalmente durante los primeros días de tratamiento y, o bien se habían descartado los antecedentes psiquiátricos o se desconocía esta información.
Prácticamente la totalidad de los pacientes recibieron una dosis inicial de 800 miligramos el primer día seguida de una dosis de 400 miligramos diarios. «Aunque en la aparición de estos cuadros psiquiátricos pueden influir otros factores que pueden estar presentes en cada paciente como por ejemplo la propia enfermedad, estas reacciones están descritas para cloroquina/hidroxicloroquina», ha señalado la AEMPS.
Aunque los datos son limitados, el organismo ha reconocido que la cloroquina/hidroxicloroquina constituyen un potencial tratamiento para el Covid-19 y se están utilizando en la práctica clínica de forma extensa en estos pacientes, a dosis superiores a las recomendadas en sus indicaciones autorizadas y frecuentemente en asociación con azitromicina.
No obstante, y tras recordar que la hidroxicloroquina puede prolongar el intervalo QT del electrocardiograma (ECG), un riesgo que aumenta con dosis altas y con el uso simultáneo de azitromicina u otros medicamentos con potencial de prolongar el intervalo QT4, ha informado de que la aparición de trastornos neuropsiquiátricos son «poco frecuentes».
En la bibliografía se han descrito trastornos psiquiátricos con el uso de estos medicamentos para las indicaciones autorizadas, entre ellos agitación, insomnio, confusión, manía, alucinaciones, paranoia, depresión, catatonia, psicosis e ideación suicida. Estos efectos pueden aparecer a cualquier edad, durante el uso agudo o crónico,