Con la bajada generalizada de temperaturas es muy común que aparezcan los primeros síntomas característicos de los resfriados. La congestión nasal, el malestar general o la tos con flemas son signos propios del catarro, la faringitis o de la sinusitis, afecciones propias de esta época del año.

La congestión nasal aparece cuando «los tejidos nasales y adyacentes y los vasos sanguíneos se inflaman con el exceso de líquido», explican los especialistas de Mayo Clinic, que puede ir acompañada de un exceso de mucosidad.

Asimismo, puede derivar en una irritación de la garganta y en tos acompañada de flemas. Por ello, es necesario aliviar los síntomas con un tratamiento adecuado pautado por profesionales sanitarios. En este sentido, una de las principales recomendaciones es diluir la mucosidad para favorecer el drenaje de la nariz y los senos paranasales y, para ello, se pueden implementar una serie de cuidados en el hogar.

Líquidos, vapor de agua e infusiones naturales

El primer paso es mantener una correcta hidratación mediante la ingesta frecuente de líquidos, como agua, caldos o infusiones. Se desaconseja el consumo de productos irritantes como el café, el alcohol o los refrescos, mientras que un remedio casero popular es la ingesta de agua tibia con limón y miel, ya que «ayuda a aflojar la congestión y previene la deshidratación».

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