Aunque el colecho es una práctica que sigue generando cierta controversia, la cierto es que algunas de las principales organizaciones de la salud como la Organización Mundial de la Salud y la UNICEF recomiendan y promueven sus beneficios. Por su parte, el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría asegura que no existe suficiente evidencia que desaconseje esta práctica (según algunos expertos encierra un peligro potencial de muerte súbita, asfixia o aplastamiento) siempre y cuando se tomen las medidas de seguridad necesarias.
Además, el colecho favorece el mantenimiento de la lactancia ya que permite a la madre descansar más y mantener su producción de leche gracias a las tomas nocturnas. En la Guía para las madres que amamantan elaborada por el Ministerio de Sanidad y Servicio de Evaluación de Tecnologías Sanitarias del País Vasco incluida en las Guías de Práctica Clínica en el Sistema Nacional de Salud se indica: “Las tomas nocturnas se asocian de forma significativa con una mayor duración de la lactancia materna, aunque amamantar varias veces por la noche puede resultarte muy cansado. Una de las prácticas que puede facilitarte la tomas nocturnas es el colecho. Si decides compartir la cama con tu bebé es necesario respetar una serie de normas para garantizar su seguridad. Una alternativa al colecho es la utilización de cunas sidecar homologadas,