Dicen que el pasado siempre vuelve y en el caso de los celos retrospectivos el refranero no puede ir más encaminado. Popularmente conocidos como ‘síndrome de Rebeca’, toman su nombre de la novela Rebeca, publicada en 1938 por la escritora británica Daphne du Maurier, que el maestro del suspense Alfred Hitchcock llevaría con gran éxito al cine dos años después.

El argumento del libro y la película explica muy bien en qué consiste esta patología. La segunda esposa de un viudo rico y noble, impulsada por las circunstancias y también en gran medida por la desmedida adoración del ama de llaves por su antigua casera, comienza a alimentar unos celos insoportables hacia la primera esposa. Estos celos, para más inri, resultan ser infundados porque aquella supuestamente perfecta relación, escondía numerosas traiciones y mentiras.

La actriz Joan Fontaine, que interpretaba a esta celosa segunda esposa, mantiene en un momento dado esta conversación en torno a la primera mujer en la que se mastica la tragedia:

– Veo las cosas que ella tenía y yo no… belleza, inteligencia y otras cosas esenciales.

– Usted tiene cualidades mejores… amabilidad, sinceridad y modestia… que un marido aprecia más. Nadie quiere vivir en el pasado.

– No volveré a sacar el tema, pero tengo una pregunta más.

Si puedo la responderé.

– ¿Cómo era realmente Rebeca?

– Supongo… que la criatura más bella que he visto…

¿Cómo se podría explicar, entonces, lo que son los celos retrospectivos? Podrían definirse, básicamente, como aquellos celos que no tienen una base real y que, aún así, generan una fuerte inseguridad en quienes los sufren y una incapacidad para gestionarlos por parte de la otra parte. Lo que les hace únicos, en su caso, es que para el que sufre este síndrome resulta compatible pensar que su pareja le es fiel en la actualidad y, al mismo tiempo, tener celos de sus relaciones anteriores. Algo que les convierte en una de las clases de celos más peligrosas y difíciles de tratar.

Las personas que sufren ‘síndrome de Rebeca’ no pueden dejar de imaginarse el pasado amoroso de sus parejas y fantasear sobre lo que hicieron con aquellas personas con las que tuvieron una relación.

Pero,

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