Ver a un niño producir y babear es algo a lo que estamos acostumbrados, sobre todo si ocurre cuando le están saliendo los dientes. Sin embargo, si la saliva fluye fuera de la cavidad bucal más allá de los cuatro años, estaríamos hablando de un problema patológico bucodental denominado de varias maneras: hipersalivación, sialorrea, ptialismo o tialismo.

La saliva es esencial para mantener una correcta salud dental y bucal en general. De hecho, un déficit de saliva, o xerostomía, puede provocar graves daños en nuestra dentadura y otros problemas bucales, como un mayor riesgo de infecciones. Para que esto no se produzca, nuestras glándulas salvares tienen que segregar 1,5 litros de saliva al día. Cuando ocurre lo contrario, es decir, un exceso de salivación, estaríamos hablando de salivación excesiva o sialorrea, un trastorno que, aunque en la mayoría de los casos no reviste gravedad, sí puede tener consecuencias muy molestas, sobre todo a nivel psicológico.

Producir un exceso de saliva o la dificultad de tragarla puede dar lugar a algunos síntomas molesto, como:

•Babeo

•Irritación, grietas y descamación en los labios.

•Halitosis.

Dermatitis alrededor de la boca, mejillas y mentón.

•Fatiga de los músculos faciales por el esfuerzo de tener que tragar constantemente (en caso de producción excesiva)

•Alteración del sentido del gusto

•Náuseas y vómitos.

•Un mayor riesgo de aspiración de la saliva al pulmón y, por tanto, de neumonía por aspiración. En estos casos la sialorrea es menos visible porque es posterior, es decir, la saliva se dirige hacia la faringe.

Aparte de presentar algunos de esto síntomas, para diagnosticar tialismo se debe hacer una prueba específica llamada sialometría, que analiza el problema cuantitativa y cualitativamente midiendo la tasa de secreción salival y la composición de la misma.

Además de la sialorrea infantil, que es completamente normal y es debida a la dentición, son muchas las causas que pueden provocar un exceso de saliva más allá de la primera infancia, ya sea por un exceso de producción de saliva o por tener problemas para tragarla.

•Problemas neurológicos. Hay algunas enfermedades o dos funciones neurológicas que, debido a la imposibilidad o dificultades para tragar la saliva y/o a cerrar la boca, produce sialorrea y/o babeo. Entre ellas se encuentran la paralasis cerebral,

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