CARMEN MACÍAS

Compresas

El asunto está sobre la mesa desde que el pasado 15 de marzo millones de jóvenes se movilizaran en ciudades y pueblos de todo el mundo por una conciencia medioambiental activa: la estela verde plantada por la activista Greta Thunberg es cada vez más evidente tanto social como políticamente.

La base de la protesta, evidenciar el cambio climático para empezar a actuar con el fin de evitarlo, extrae de las cloacas del planeta el maltrato de la mano humana: ¿Cuánto plástico hay presente en el día a día? ¿Dónde acaban los envases que poblan supermercados y, luego, hogares? ¿Se recicla lo suficiente y de manera correcta?

El Parlamento Europeo aprobó el pasado miércoles, a propósito de esta puerta abierta, una nueva normativa que prohibirá el consumo de artículos de plástico de usar y tirar, algo que ya adelantó el pasado mes de diciembre. Entre ellos: platos, cubiertos, pajitas para beber, bastoncillos de algodón y envases de poliestireno.

La Eurocámara calcula que este tipo de objetos representan cerca del 70% de los desechos plásticos que contaminan las aguas. De todos ellos, algunos se tornan contradictorios: productos de higiene personal, por ello habituales e imprescindibles en la conciencia social, no son reciclables o hacerlo es muy difícil. 

Se trata de compresas, tampones, pañales o toallitas. Su composición, más compleja de lo que parece, convierte a estos productos en un peligro para el futuro que reclama la juventud. Poliolefinas, polieliteno, poliéster, celulosa, viscosa son algunos de los componentes que reflejan grandes marcas de compresas y tampones como Tampax, la marca líder en España, lo que puede traducirse en hasta tres capas de plástico para usar durante unas horas.

Tirarlos por el váter es el primer error. Tres capas de plástico no pueden ser, nunca, biodegradables. Pero, ¿qué puede hacerse con ellos? ¿Cómo contribuir a la lucha por el Medioambiente con los productos de higiene personal?

Compresas y tampones

La opción más eficaz en el caso de compresas y tampones es sustituirlos por productos de mayor duración como las compresas y salvaslips de tela (que solo requieren un lavado posterior a su uso para seguir usándolas),

 » Más información en 20minutos.es