La mayoría de insectos y arácnidos provocan reacciones secundarias que suelen ser locales, como picor o enrojecimiento, aunque aquellas personas que presenten hipersensibilidad pueden tener síntomas como un dolor agudo e hinchazón que suele durar varios días.

Estos pueden ser los síntomas asociados a la picadura de tábanos, un insecto hematófago que obtiene los fluidos procedentes de la zona afectada cuya picadura «produce un nódulo cutáneo muy doloroso en la zona de inoculación«. De hecho, los tábanos realmente muerden y por eso pueden generar síntomas más intensos a los ocasionados por las picaduras de avispas o abejas como urticaria o anafilaxia, explica la doctora Cristina Ortega Casanueva, pediatra y alergóloga en el Hospital Quirónsalud San José (Madrid) en un artículo en Pediatría Integral.

Las picaduras de los dípteros, entre los que se encuentran los tábanos, mosquitos o moscas, suelen ser un motivo habitual de consulta médica. La reacción suele ser más leve, pero también puede generar hipersensibilidad. De esta manera, se puede corresponder a «una reacción alérgica mediada por inmunoglobulina E específica (IgE)«, indican en la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergia Pediátrica (SEICAP).

Entonces, ¿cómo se pueden tratar? En primer lugar, hay una serie de recomendaciones generales para aliviar los síntomas asociados a las picaduras de insectos como «aplicar hielo o una compresa fría para reducir la inflamación y el dolor»,

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