Los problemas circulatorios son una de las principales causas de muerte en el mundo actualmente. Sin embargo, en muchos casos, se trata de afecciones en las que intervienen factores de riesgo prevenibles, que tienen que ver con nuestros hábitos vitales. Un ejemplo de este tipo de enfermedades es el tromboembolismo pulmonar.
¿Qué es un tromboembolismo pulmonar? ¿Cuáles son sus causas?
El tromboembolismo pulmonar es una obstrucción en las arterias del pulmón por un trombo (normalmente, un coágulo; sin embargo, a veces puede tratarse de un émbolo gaseoso o graso). Esto provoca que una parte de los pulmones no reciba sangre venosa y, por lo tanto, no pueda oxigenarla correctamente para su posterior tránsito por el cuerpo.
Además de ello, la oclusión provoca un aumento de la presión en la arteria pulmonar y en el ventrículo derecho, pudiendo llegar a comprometer seriamente la función cardíaca.
habitualmente, el trombo se forma en las extremidades inferiores y migra hasta el ventrículo derecho del corazón, que a su vez lo empuja hacia los pulmones. Esto puede ocurrir por eventos como fracturas en los miembros inferiores, cirugías, inmovilización prolongada o problemas de hipercoagulabilidad, y se sabe que ciertos factores como el tabaquismo o la obesidad aumentan el riesgo de sufrir un tromboembolismo pulmonar.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los signos de un tromboembolismo pulmonar son principalmente de naturalezas respiratoria y circulatoria.