Las enfermedades cardiovasculares son actualmente la primera causa de muerte en el mundo entero. Entre ellas, una de las más graves es el accidente cerebrovascular o ictus, que no sólo puede ser letal sino que puede provocar un compromiso neurológico y funcional importante.
En el caso de los ictus, o accidente cerebrovascular, el tiempo es vital. Cada minuto que pasa desde que se inicia puede suponer mayores daños cerebrales, en algunos casos permanentes, por lo que es fundamental saber reconocer los signos para actuar lo más rápidamente si lo presenciamos.
¿Qué es y por qué se produce?
El ictus es una condición en la que un problema en el flujo sanguíneo al cerebro produce muerte celular. Se trata, junto con la enfermedad de las arterias coronarias, de la principal enfermedad cardiovascular.
Hay dos causas principales de ictus: el bloqueo de una arteria (ictus isquémico) o la ruptura de un vaso sanguíneo, que provoca la salida de sangre (derrame cerebral o ictus hemorrágico). Cabe señalar que algunas personas sólo tienen una disrupción temporal del flujo sanguíneo que no deja síntomas ni complicaciones duraderas, en lo que se conoce como ataque isquémico transitorio.
Sus factores principales de riesgo, por tanto, son los comunes a las enfermedades cardiovasculares: sobrepeso, obesidad, inactividad física,