Tras la muerte de una joven en Badajoz por una posible intoxicación aguda al ingerir demasiada cantidad de ácido lipoico, un complemento alimenticio que sirve para quemar grasa, hablamos con Iva Marques, dietista-nutricionista integrante de la Academia Española de Nutrición y Dietética, y con Luis Zamora, nutricionista y vocal del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid (CODINMA), para que nos expliquen qué es este complemento, para qué sirve y cómo se regula su venta.

«El ácido lipoico es un compuesto con varios isómeros —formas químicas que le permiten unirse a varias enzimas— y que tiene funciones fisiológicas favorables para nuestro organismo, principalmente en las relacionadas con el metabolismo de nutrientes energéticos como las grasas. A este complemento alimenticio se le llama ‘quema grasas’ porque una de las reacciones químicas que cumple es la denominada descarboxilación oxidativa de cadenas de ácidos grasos, es decir, que los degrada. Pero también tiene otras funciones, como catalizar reacciones relacionadas con la eliminación de radicales libres de oxígeno, que se producen por estrés oxidativo, por lo que se relaciona con beneficios en la prevención de enfermedades neurodegenerativas», explica la experta.

A través de nuestra dieta, lo podemos obtener en alimentos como las espinacas, el brócoli, las batatas, las patatas, la levadura, los tomates, las coles de Bruselas, las zanahorias, las remolachas y el arroz integral. También en la carne roja, particularmente en la de las vísceras. Tomar un suplemento de este compuesto no suele ser necesario, coinciden los expertos. «Aunque la cantidad aportada por la dieta de este ácido pueda ser escasa, el cuerpo es capaz de fabricarlo solo», afirma Zamora. Además, puede llegar a ser dañino, indica Marques: «En experimentos in vitro se ha visto su potencia y por eso se comercializa. Sin embargo, no está demostrada en humanos, sino que existen formas químicas del ácido lipoico que pueden ser nocivas para la salud y aumentar el estrés oxidativo».

Como no es un nutriente como tal no existe una cantidad recomendada ni tampoco un límite de seguridad.

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