Es una tendencia imparable, no hay duda: el ultra trail running está de moda. «De repente hay un ‘boom’ entre la generación de 1975, llegamos a los cuarenta y nos hemos vuelto locos con participar en estas competiciones», advierte la dietista-nutricionista María Colomer. Por si te has quedado rezagado en el furgón de cola de la vanguardia deportiva y desconoces en qué consiste, se trata de carreras de ultrafondo (más de 42 kilómetros) a través del entorno natural, y el recorrido no puede contar con más de un 20% de la superficie pavimentada o asfaltada. La Asociación Internacional de Trail Running (ITRA, por sus siglas en inglés) distingue entre ultra trail medio, desde 42 hasta 69 kilómetros; ultra trail largo, desde 70 a 99; y ultra trail XL, a partir de los 100 kilómetros. Y, por si la distancia fuera poco exigente, se añade el agravante de las condiciones de montañas, desiertos, playas, bosques… para multiplicar su dureza. La variedad de terrenos, niveles, rutas y paisajes son un reclamo muy atractivo para quienes están hastiados de pruebas urbanas y quieren desafiar sus límites.

La mayoría de expertos coinciden en que la clave para tener éxito en un ultra trail es ser realista respecto al reto que te propones (no es un paseo por el campo) y concienzudo en la puesta a punto. Cuando se habla de preparación, normalmente, el foco se desvía hacia el factor físico, y existe un entrenamiento invisible indisociable, la nutrición, que está íntimamente relacionada con el rendimiento. Es primordial para evitar pájaras, hipoglucemias, la depresión del sistema inmunológico que expone a una mayor propensión a resfriados o infecciones y para reducir el riesgo de lesiones. También influye en el proceso oxidativo de los músculos y el correcto funcionamiento de los órganos, sometidos a un estrés alto durante grandes esfuerzos. Por todo ello, los meses previos a la competición es necesario «testear’ si tu cuerpo puede tolerar la ingesta que necesitas y aprender a conocerte y a entrenar el estómago».

La dieta equilibrada, básica en la estrategia

La primera pregunta es obligada: ¿hace falta alguna alimentación especial?

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