Los aditivos en los alimentos no son siempre malos, aunque es cierto que, en ocasiones, son innecesarios o, incluso, podrían ser sustituidos por otras sustancias más naturales que consiguen los mismos objetivos de conservación de los alimentos.

Es el caso de los nitratos, que se encuentran de manera natural en diferentes vegetales de hoja verde, como las espinacas o las acelgas, una sustancia que no deben tomar los menores de 12 meses y que no debe superar una ración diaria de hortalizas que contengan nitratos los niños de entre 1 y 3 años o los niños y adultos que tengan infecciones gastrointestinales.

Los nitratos como aditivos alimentarios

Los nitratos se usan como aditivos, bajo la denominación E 249 E 250, E 251 y E252, ya que se añaden en la elaboración de productos cárnicos cocidos y curados, como salchichas, mortadela, jamón y pavo cocidos y otras carnes procesadas, como ha indica la experta en nutrición Blanca en su cuenta de Instagram (@blancanutri).

Estos aditivos se añaden a los productos cárnicos procesados para evitar la proliferación de bacterias, como puede ser el Clostridium botulinum, «aunque también se utilizan para darle sabor y color», añade en su publicación la nutricionista.

Sin embargo, los nitritos y los nitratos no son siempre necesarios para evitar esta proliferación de bacterias,

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