Estamos acostumbrados a ver anuncios de casas de apuestas por todos lados: en las camisetas de los equipos de fútbol, en televisión, antes, durante y después de los partidos, en las calles…
La ludopatía es la nueva droga para pobres, y, tal como hacen con las drogas, deberían ponerle límites y dejar de publicitarla como si fuera un salvavidas al que la gente se agarra para huir de sus problemas. Pero, en fin, hasta que desde el Gobierno no se pongan medidas estrictas seguiremos viendo ludópatas haciendo cola para arruinarse.
Álvaro Serrano Díaz. Alcorcón (Madrid)
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