El eccema dishidrótico, también conocido como dermatitis dishidrótica o ponfólix, es una forma específica de eccema que afecta las manos y los pies, causando ampollas y prurito intenso y desaparece por sí solo tras tres o cuatro semanas. Aunque su origen exacto sigue siendo un misterio para muchos, parecer ser común entre las personas que lo sufren que aparezca en brotes en momentos estacionales concretos. Así pues, cuando en España llega el frío húmedo y las lluvias, estas vesículas que pican aparecen, al igual que lo hace en verano con el sudor palmar y plantar.
Pese a lo escandaloso que puede ser a veces su aparición o picado, la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) explica que este tipo de dermatitis no es contagiosa. Además, esta dermatitis es conocida sobre todo por ser uno de los eccemas que aparece más frecuentemente en la infancia, también es muy común en la población adulta. Lo que sí han identificado los estudios de expertos médicos es que existen varios factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar esta afección cutánea crónica. ¿Cuáles son?
¿Es hereditaria la dishidrosis?
El eccema dishidrótico tiene un fuerte componente genético. Si hay antecedentes familiares de esta afección, las posibilidades de desarrollarla aumentan significativamente. Los estudios han demostrado que ciertos genes pueden predisponer a las personas a sufrir de eccema dishidrótico,