La Comunidad de Madrid decreta el cierre obligatorio de todos los comercios públicos, excepto las tiendas de que vende productos esenciales, como supermercados o farmacias. La medida, aprobada en el Consejo de Gobierno autonómico de este viernes, entra en vigor la medianoche de hoy y estará activa, al menos, hasta el 26 de marzo.

El cierre afecta a cines, discotecas, restaurantes, salas de conciertos, teatros, salones de juego, parques de atracciones, gimnasios, bares de copas y tiendas de artículo no indispensables. Solo podrán permanecer abiertos los supermercados, fruterías, pescaderías, carnicerías, panaderías, farmacias, estancos, gasolineras y quioscos, entre otros establecimientos. Los bares y restaurantes, según el decreto, aunque cerrados al público, sí que podrán servir comida a domicilio.

Y es que la expansión del coronavirus en la Comunidad de Madrid sigue sin control. En las últimas 24 horas se han notificado más de 600 contagios, elevando los casos en la región a unos 2.000, según ha revelado el consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero en una entrevista en ES Radio. A la espera de conocerse las cifras exactas, la velocidad de propagación del COVID-19 se estaría casi doblándose en los últimos dos días, pasando 364 nuevos casos diarios a los más de seis centenares.

Ruiz Escudero, que ha calificado la situación en la región de «muy preocupante», ha apuntado además que los fallecidos en la comunidad suman ya 40 personas. En la UCI de la región hay 190 infectados, algo menos del 20% de los contagiados.

Las autoridades locales, autonómicas y estatales estudian ya medidas drásticas para tratar de atajar la epidemia en la región, donde hace más de una semana el virus se propaga de forma “comunitaria y sin control”, ya que los focos son desconocidos. Ayer mismo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no descartó el aislamiento de la comunidad, donde se acumulan ya la mitad de los contagios detectados en España.

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