Los rebrotes de coronavirus se extienden ya por buena parte del territorio nacional. De hecho, la declaración en las últimas horas de dos nuevos focos en Castilla-La Mancha y Baleares, dos comunidades que hasta ahora se habían librado de brotes tras el fin del confinamiento, ha dejado a Asturias y La Rioja como las dos únicas autonomías que no se han visto azotadas por nuevos casos de la Covid-19 durante la ‘nueva normalidad’.

Y es que, según los datos de Sanidad y las diferentes comunidades, el número de brotes declarados desde que el 11 de mayo la totalidad del país comenzara a desescalada con el paso a la fase 1 asciende hoy ya a 55. Ninguno de estos brotes ha sido «cerrado» oficialmente, aunque solo 29 se mantienen activos (con infectados en los últimos días) y únicamente una decena son de «interés» para las autoridades sanitarias, o sea que son monitorizados muy de cerca por no estar bajo control o por no conocerse todavía su envergadura real.

Los dos últimos brotes conocidos este martes tuvieron como escenario Tarazona, en Albacete, e Ibiza. En ambos casos se trata de cuatro únicos casos y relacionados con sendos grupos familiares. Ninguno de estos dos nuevos clústers infectivos es de «interés» para el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CAESS), al considerarlos «perfectamente delimitados».

El mayor foco declarado desde el inicio de la desescalada y el mayor también activo hasta el momento sigue siendo el que surgió el 20 de junio en Huesca entre una cuadrilla de temporeros y que ya suma 320 infectados y que ha obligado a retrotraer a tres comarcas oscense y una de Zaragoza a la fase 2. Este brote, además, también se ha extendido por zonas limítrofes de la provincia de Lleida.

También se sigue muy de cerca la evolución del agrupamiento de Málaga, el segundo más importante del país por envergadura,

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