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Es posible preparar una cena sana sin quitarse de todo lo sabroso
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1Entre comidas con la familia y con amigos, y cenas de empresa, durante las fiestas podemos llegar a engordar hasta dos kilos, como ya explicamos en BuenaVida. Pero, que no salte la alarma todavía: es posible conseguir que la Navidad no se note en la báscula. Para ello, podemos sustituir algunos platos típicos por otros más sanos, aunque igual de sabrosos.
Raquel Bernácer, dietista-nutricionista, integrante de la Academia de Nutrición y Dietética y creadora de Alimentarte.net, y Ángela Quintas, química experta en nutrición clínica y autora de Adelgaza para siempre, nos explican cuáles son los peores platos de Navidad, por cuáles podemos cambiarlos y, en algunos de ellos, un punto intermedio para no tener que deshacernos del plato por completo. Eso sí, aclara Quintas, hay que tener claro que “las comidas y cenas de navidad son eventos ocasionales y que si en estos momentos tomamos platos un poco más calóricos no pasa nada si luego volvemos a unos hábitos saludables”.
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2Las bandejas de embutidos y quesosEl plato a cambiar: tenemos las clásicas bandejas de embutidos y quesos que adornan la mesa y alegran el paladar antes de la llegada del plato principal. Esta forma de empezar la cena supone un gran aporte calórico, además de que “dificulta la digestión”, asegura Quintas.
La opción saludable: Bernácer recomienda optar por aperitivos diferentes: “Entrantes de vegetales rellenos de marisco o pescados”. Por ejemplo unos pimientos del piquillo o unos champiñones rellenos. También propone incluir cremas vegetales como el humus o el baba ganush (que se elabora con berenjena).
¿Y si nos morimos por un poco de embutidos y quesos? Hagamos pequeños cambios: “Los quesos curados por otros menos grasos como la mozarela, el de cabra o el feta,