Los hospitales públicos españoles han tratado ya a 27 pacientes con CART, un tratamiento que está cambiando la forma de tratar los tumores. Consiste en modificar los linfocitos T (un tipo de glóbulos blancos encargados de la respuesta inmunitaria) del propio paciente para que tengan la capacidad de atacar las células tumorales después de ser reintroducidos en el paciente. La directora general de Cartera Básica de Servicios del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, Patricia Lacruz, señaló que el plan nacional sobre estas terapias avanzados es «un logro» de la sanidad pública y una «referencia» a nivel europeo.

Este plan fijó el tratamiento con CART para casos muy concretos: leucemia linfoblástica aguda de células B refractaria en recaída postrasplante o en segunda o posterior recaída en pacientes pediátricos y adultos jóvenes, así como linfoma B difuso de célula grande en recaída o refractario tras dos o más líneas de tratamiento sistémico en pacientes adultos. Un uso de tercera línea, cuando casi todos los tratamientos han fracasado.

Lacruz explicó, en un curso sobre terapias avanzadas organizado por Gilead en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander, que los hospitales han recibido otras 32 solicitudes que se encuentran en diferentes puntos del proceso. «Desde que se solicita un tratamiento, se realiza la aféresis y se da el medicamento pasan entre un mes y medio de dos meses», añadió. «Estas cifras son hasta ayer», recalcó la directora general que también señaló que en algunos casos que no han sido tratados son personas derivadas a ensayos clínicos.

La mayoría de estos casos en los que se han aplicado uno de los dos medicamentos autorizados (tisagenlecleucel y axicabtagén ciloleucel) se han realizado en alguno de los hospitales catalanes autorizados (hospital Clínic de Barcelona, hospital Vall d’Hebron, hospital de la Santa Creu i Sant Pau). El resto de los centros que pueden usar estas terapias son el hospital universitario Gregorio Marañón (Madrid),

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