“Si salen casi todas las hormigas y se llevan sus huevecillos significa que lluvia fuerte se aproxima y durará algunos días”, dice Edgar Oswaldo Monte, un joven indígena de la comunidad mexicana de Buluk’ax, de ascendencia maya. El rastro de los insectos, su deambular, les marcaba, antes más que ahora, qué tiempo iba a hacer los próximos días. También observaban el vuelo de los pájaros y preveían los vientos, las aguas o los soles que se avecinaban. Eran sus conocimientos para gestionar las cosechas, los ríos, los recursos de los que alimentarse y vivir. Pero los pesticidas acaban con las hormigas, la deforestación arranca a los árboles y sus habitantes, el aumento desconcertante de las temperaturas condiciona las cabañuelas, y las fases de la luna marcan un calendario sin temporadas. “Nuestro conocimiento es menos eficiente por fuerzas externas. En mi comunidad hay gente que no sabe lo que es el cambio climático ni a qué se debe, no es culpa de ellos, pero les afecta”, dice este estudiante de desarrollo empresarial durante el encuentro Jóvenes indígenas. Una nueva generación de sociedades matriarcales que revitaliza sus sistemas alimentarios, celebrado en la sede de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en Roma.

Los pueblos indígenas custodian el 80% de la biodiversidad del planeta. Entre sus tierras están las semillas como las de la nutritiva quinua, protegidas por las sociedades andinas tradicionales de generación en generación; o la energética moringa, rica en proteínas, vitaminas y minerales, entre otras miles más o menos conocidas por los occidentales… También pueden encontrarse, entre la resina de algún árbol o en la composición de alguna raíz, principios activos para curas a enfermedades presentes o futuras. De unas 6.000 especies de plantas que se cultivan para obtener alimentos, menos de 200 contribuyen de manera sustancial a la producción alimentaria mundial, y nueve representan el 66% del total de la agrícola, reflejaba el informe El estado de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo publicado por la FAO hace unos meses.

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