La ketamina, ese viejo anestésico reconvertido en una potente droga recreativa, tendrá una nueva vida como fármaco para tratar las depresiones más graves. La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), ha dado luz verde al uso de la esketamina, un primo hermano de la ketamina, para pacientes con depresión que no responden a los tratamientos tradicionales y tienen un elevadísimo riesgo de suidicio. El medicamento, de nombre comercial Spravato, se presentará en forma de spray nasal y será de dispensación hospitalaria. 

Desde que se sintetizó en 1962, la ketamina ha tenido muchas vidas. La sustancia, con propiedades anestésicas, se usó durante mucho tiempo como anestesia para niños y adultos. También se empleó en veterinaria. Su salto al uso recreativo se debe a sus efectos psicodislépticos, pues produce cambios mentales que distorsionan la percepción normal de la realidad y puede inducir alucinaciones. 

Su nuevo uso, como parte del arsenal terapéutico contra la depresión, supone una vuelta de tuerca a los antidepresivos actuales, pues el mecanismo de acción es diferente. Mientras que los clásicos, como el Prozac, actúan sobre el núcleo central, como un inhibidor de la serotonina. La esketamina, un isómero de la ketamina, actúa sobre la corteza cerebral. En concreto, sobre el sistema glutamatérgico: «Una porción del glutamato está modulada por la esketamina y cuando actúa, cierta cantidad de glutamato no se libera y reduce la cantidad de estrés. Aunque la gente piense que una persona con depresión está como apagada, el problema es que su cerebro está hiperactivo», explica Eduard Vieta, jefe de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona y uno de los investigadores que participó en los ensayos clínicos con el Spravato. 

Otra diferencia con respecto a los fármacos tradicionales es que la esketamina es altamente eficaz desde la primera toma. Con los antidepresivos clásicos había un tiempo de carencia de varias semanas hasta que comenzaba a hacer efecto en los pacientes. Sin embargo, con el nuevo tratamiento, los efectos se detectan a las pocas horas. «En la mayoría de los casos,

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