Los centros de atención primaria (CAP) podrán poner coto a la pobreza energética. La Generalitat ha dado autoridad a los ambulatorios para vetar cortes de luz en los hogares donde alguno de sus miembros tenga dependencia energética. Esto es, que necesite una máquina eléctrica para tratar alguna patología. Los equipos de los CAP podrán hacer un informe para que las familias entreguen a las compañías eléctricas y evitar los cortes de suministro.

En Cataluña hay 115.000 personas con enfermedades crónicas que precisan de máquinas con conexión eléctricas para tratar sus patologías. Se trata de pacientes que requieren terapias respiratorias a domicilio (oxigenoterapia, ventilación mecánica, nebulizadores), que usan bombas de perfusión (para inyectar medicación o nutrientes por vía parenteral, por ejemplo), o que son tratadas con diálisis peritoneal a domicilio. Según el Departamento de Salud, dos tercios de este grupo de personas cobran menos de 18.000 euros al año y pueden tener un potencial riesgo de sufrir pobreza energética. “Tres de cada cuatro casos son mujeres que viven solas y mayores de 75 años, que es donde se encuentra focalizada la cronicidad de las enfermedades”, explicó ayer el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès. El alto cargo del Govern reveló que, en este grupo, se detecta un alto porcentaje de personas con problemas para pagar las facturas o mantener la casa bien climatizada.

El protocolo de la Generalitat define los criterios sanitarios de la dependencia energética y el procedimiento para acreditar que un paciente precisa de un dispositivo con conexión eléctrica para tratarse. Los servicios médicos de proximidad, como las enfermeras o los trabajadores sociales de los CAP, serán los encargados de redactar el informe para que el paciente o su familia se lo entregue a la compañía eléctrica. Las empresas estarán obligadas a mantener el suministro de su hogar aunque las facturas no se hayan abonado.

Perfiles de riesgo

El plan del Govern también dispone de un protocolo de actuación para detectar los perfiles de riesgo. A través de una serie de preguntas en la consulta o de si se encuentran humedades o sensación de frío en las casas durante una visita domiciliaria,

 » Más información en elpais.es