La tiroides, como parte del sistema endocrino, interviene en muchas funciones muy variadas del cuerpo humano y se ve afectada a su vez por ellas. Y, por supuesto, se interrelaciona estrechamente con la alimentación.

Por ejemplo, la actividad defectuosa de la tiroides (hipotiroidismo) descontrola una serie de procesos hormonales claves en el metabolismo, lo que provoca que quienes padecen esta enfermedad tiendan a aumentar de peso incluso aunque mantengan hábitos saludables.

Así, en los casos de hipotiroidismo se hace necesario controlar la alimentación, tanto para paliar sus efectos como para evitar agravar la enfermedad en sí misma.

¿Cuáles son los alimentos prohibidos?

Principalmente, hay una serie de alimentos que contienen ciertas sustancias (glucosinolato, tiocianato e isotiocianato) que dificultan el aprovechamiento del yodo (un mineral que la tiroides necesita para producir la hormona tiroidea), con lo que empeoran las manifestaciones del hipotiroidismo.

Estos alimentos incluyen los vegetales de la familia de las crucíferas (col, berza, coles de bruselas, coliflor, repollo, brócoli), el nabo, las semillas de mostaza y la yuca, y en menor medida las espinacas, la zanahoria, el rábano y algunos frutos secos como las nueces, los piñones o los cacahuetes.

No obstante, hay que señalar que por lo general el efecto bociógeno (así se denomina este impedimento al aprovechamiento del yodo) se evita con procesos como la cocción o la fermentación,

 » Leer más