Hay pacientes que ingresan en el hospital pero no están tan graves como para ser incluidos en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), si bien se encuentran en cierto riesgo de deterioro clínico e identificar de forma precoz un empeoramiento es vital.

Con estas situaciones en mente se puso en marcha la nueva iniciativa del Hospital General de Villalba (Madrid), centro incluido en la Sanidad pública madrileña, de ‘UCI sin paredes’. Siguiendo la estela del Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro (Comunidad de Madrid), permite identificar de forma precoz al paciente potencialmente crítico e ingresado en la planta de hospitalización, siendo muy útil en aquellos pacientes en situaciones más sutiles, cuyo ingreso en las Unidades de Cuidados Intensivos no está clara.

La doctora Gamo, responsable de la ‘UCI sin paredes’ del Hospital General de Villalba explica que el proyecto se basa en una herramienta informática que recoge por un lado determinados datos de las analíticas y por otro las constantes vitales que registra el servicio de Enfermería: tensión arterial, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria… «Sus datos se vuelcan en el sistema interno del hospital, que alerta a los profesionales de la UCI cuando detecta ciertos valores anómalos«, añade.

Además de la herramienta informática, ‘UCI sin Paredes’ incluye la formación de Enfermería en el sistema de aviso temprano para facilitar la toma de decisiones, que consiste en un sistema de puntuación según las constantes tomadas, que puede incluso anticiparse al aviso informático. «Gracias a ello, por ejemplo, las enfermeras pueden decidir si un paciente debe ser visto por un médico de planta o directamente ser valorado por el profesional de la UCI y ya considerar su ingreso en ella».

La doctora Gamo sostiene que resulta fundamental valorar el ingreso en esta unidad de forma individualizada y consensuada: «se trata de una cuestión complicada porque, además de valorar la necesidad de una vigilancia continua, se debe tener en cuenta, no sólo la gravedad del paciente, sino su situación clínica previa. Y es que, por ejemplo, si el paciente tiene una enfermedad terminal, no es justo someterle a un ingreso en la UCI».

Un estudio publicado en 2012 en la revista ‘Medicina Intensiva’ remarcaba que la actividad de detección precoz de pacientes en riesgo fuera de la UCI, que se logra a través de estas ‘UCI sin paredes’, puede producir un efecto beneficioso sobre los pacientes ingresados en UCI,

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