EFE
- Estos remedios únicamente los «desorientan», al contrario que los insecticidas, que son la opción más efectiva.
- La eficacia de las cremas depende del principio activo y de su concentración.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha advertido este jueves de la ineficacia de algunos productos contra los mosquitos, como las pulseras repelentes o los aparatos de ultrasonidos y de que la efectividad de las lociones repelentes depende del principio activo y su concentración.
En un comunicado, la OCU indica que si bien el repelente impregnado en las pulseras desorientan a los mosquitos, la superficie de este producto es «escasa» con lo que limita su radio de acción «a poco más de cuatro centímetros».
«Por lo tanto, el tipo de repelente que lleven es indiferente», concluye la organización, que cita a varios estudios, entre los que se encuentra uno que realizó en 2015 a partir del análisis a tres pulseras repelentes con aceites esenciales, «sin constatar ningún resultado digno de mención».
Los aparatos ultrasonidos tampoco sirven
En cuanto a los aparatos ultrasonidos, que son dispositivos electrónicos, señala que «se supone que imitan el batir de las alas del mosquito macho», lo que ahuyentaría a las hembras ya inseminadas que son las que pican, sin embargo la OCU subraya que no es así.
Sobre este producto, recuerda un trabajo en el que revisaron diez estudios de campo sobre estos dispositivos, que concluyó que carecían de efectividad y «desde entonces y hasta ahora no ha surgido ninguna evidencia a favor».
La organización de consumidores recuerda que las lociones repelentes que se aplican en la piel, que se comercializan en forma de espray, barra o gel, no repelen a los mosquitos, sino que «más bien los confunden». Es decir, cuando estos insectos localizan a la persona y se acercan, bloquean sus receptores olfativos haciendo a esta «prácticamente invisible».
No todas las lociones funcionan igual
Si bien los efectos están demostrados «por mucho estudios», prosigue la OCU, su eficacia depende del principio activo y su concentración, de forma que el DEET (N,N-dietil-m-toluamida) y la Icaridina son los más eficaces respectivamente, seguidos del Citriodiol o PMD.
El IR 3535 (Butilacetilaminopropionato de etilo), y los aceites esenciales (geraniol, aceite de lavandin, lavanda) «son los menos eficaces,