La vicepresidenta Carmen Calvo, ingresada el pasado lunes en la clínica Ruber de Madrid, ha dado positivo en la última prueba de coronavirus que le había sido realizada, según ha informado la Secretaría de Estado de Comunicación. La número dos del Ejecutivo había sido sometida previamente a otros tests en los que no se detectaron rastros del COVID-19 a pesar tener un cuadro sintomático consistente con la enfermedad. Precisamente por ello, los médicos consideraron que no proporcionaban «datos concluyentes» y optaron por repetirlos. En un breve comunicado, el Gobierno asegura que «evoluciona favorablemente», pero se someterá al «protocolo de aislamiento y cuarentena preceptivo».

Con Calvo son ya tres las mujeres que forman parte del Consejo de Ministros contagiadas. La primera fue la ministra de Igualdad, Irene Montero. A raíz de que se supiera que había dado positivo, todo el Gobierno se sometió a las pruebas, pero en una primera tanda sólo se conoció el contagio de la ministra de Política Territorial, Carolina Darias (al margen del de la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez).

Su ausencia convierte, según la ley, al vicepresidente Pablo Iglesias en el encargado de presidir las reuniones de la comisión de secretarios de Estado y subsecretarios, en las que se preparan los Consejos de Ministros y se decide qué normas están listas y cuáles no para ser aprobadas o sometidas a estudio, aunque el Gobierno no ha confirmado todavía si será o no el secretario general de Unidas Podemos quien asuma esa responsabilidad. Con el estado de alarma en vigor, en todo caso, ambos vicepresidentes han perdido protagonismo en beneficio de los ministros designados por Pedro Sánchez como delegados para la gestión de la crisis sanitaria, el ministro de Sanidad, Salvador Illa; la de Defensa Margarita Robles; el del Interior, Fernando Grande-Marlaska y el de Transportes, José Luis Ábalos.

También el número dos de la Guardia Civil

El número dos de la Guardia Civil,

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