Las medidas impositivas para combatir el consumo de productos calóricos surten efecto. Así lo constata un estudio de la Universidad Internacional de Cataluña (UIC) que ha analizado el consumo de bebidas azucaradas antes y después de que Cataluña desplegase en 2017 una tasa que gravaba las bebidas edulcoradas embotelladas. Según esta investigación, que analizó datos masivos de una gran cadena de supermercados, el impuesto ha provocado que las familias reduzcan un 2,2 la cantidad de azúcar consumido en bebidas.

Con unas tasas de obesidad y sobrepeso en alza —el 54% de los adultos y el 40% de la población infantil tiene sobrepeso y el 17% de los adultos y el 18% de los niños padecen obesidad—, Cataluña puso en marcha el 1 de mayo de 2017 un impuesto que gravaba todas las bebidas embotelladas con edulcorantes calóricos añadidos (refrescos, aguas de sabores, bebidas energéticas o néctares de fruta, aunque quedaban fuera del impuesto los zumos naturales, las bebidas alcohólicas o los refrescos sin azúcar, como la cocacola light o zero). La tasa implicaba un aumento del precio entre ocho y 12 céntimos de euros según la cantidad de gramos de azúcar por cada 100 mililitros. Además, la Generalitat impuso la obligatoriedad de que el impuesto se trasladase al consumidor final. Es decir, que no fuesen los productores u otros intermediarios los que asumiesen ese coste añadido, sino el propio usuario.

Casi dos años después de su puesta en marcha, los investigadores de la UIC han desmenuzado los datos de ventas de bebidas con y sin azúcar y con y sin alcohol antes y después de la tasa en una cadena de supermercados que tiene el 10% del mercado en Cataluña. El análisis, que recogió los datos de un millón de hogares a través de las tarjetas de fidelidad, reveló que las familias redujeron de forma global un 2,2% el consumo de azúcar en bebidas desde la aplicación del impuesto. En concreto, se redujo un 13,6% el azúcar procedente de refrescos de contenido medio —entre cinco y ocho gramos de azúcar por cada 100 mililitros— y un 3,5% en los de contenido alto —más de 8 gramos por cada 100 mililitros—. 

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