A la primera regla se le llama menarquia y aparece entre los 10 y los 14 años (la edad media suele ser los 12 pero hay casos precoces con 8 e incluso se podría retrasar hasta los 16). La menstruación tiene una duración comprendida entre los tres y los siete días aunque durante los primeros meses tras su llegada es frecuente que el periodo sea irregular mientras el cuerpo madura y se adapta a ella (aproximadamente tardará uno o dos años después de la primera regla).

A pesar de que se la considera un momento vital en la existencia de toda adolescente o preadolescente – el llamado paso ‘de niña a mujer’-, a muchos padres se les hace cuesta arriba afrontar esta conversación con sus hijas. Ya sea porque durante muchas décadas se le ha considerado un tema tabú o ‘de mujeres’, por timidez, porque les da respeto o porque les estresa dar el paso, lo cierto es que en una sociedad moderna como la española todavía cuesta hablar de ella con total naturalidad.

Un hecho que corrobora una reciente encuesta elaborada en 2018 por la empresa de productos de higiene y salud femenina Intimina, que reveló que el 96,4% de las jóvenes de entre 18 y 25 años afirmaba sentir vergüenza al hablar de la menstruación y el 28% aseguraba no haber recibido ninguna información sobre ella antes de su llegada.

Aunque pensemos que las nuevas generaciones tienen más cantidad de información su alcance gracias a internet, lo cierto es que la llegada de la menstruación se vive con mucha más ansiedad, miedo y confusión de lo que debería. Por ello es de vital importancia que los progenitores tengan en cuenta que deben ser los primeros en brindar a las adolescentes su apoyo y en generarles la confianza suficiente para hablarles del tema con toda naturalidad. Estos son algunos consejos a tener en cuenta por los padres:

Se recomienda hablar desde edades bien tempranas, a partir de los 8 o 9 años, de los cambios físicos, hormonales y emocionales que están por venir y de la primera regla. De este manera se irán preparando para lo que llegará en unos años y lo asumirán con toda naturalidad. Las madres no deberían ‘esconderse’ cuando tengan el periodo. Dejar a la vista en el baño compresas, tampones o la copa menstrual y explicarles para qué sirven es una buena manera de introducirles el tema.

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