Los lácteos contienen interesantes propiedades a nivel nutricional y destacan, sobre todo, por su aporte de calcio y proteínas. Por ello, una de las recomendaciones dietéticas en nuestra dieta es consumir alguna ración de lácteos diaria, esto es, de leche, yogures o queso. Pero, ¿vale cualquier producto que contenga leche? ¿Qué sucede con la mantequilla?
Como subraya la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la mantequilla en el desayuno o en la merienda «no es una ración de lácteo recomendable». Aunque este alimento se elabore a partir de la nata (grasa de la leche), su consumo debe ser ocasional y en bajas cantidades.
La mantequilla es un alimento «cuyo interés nutricional radica en su contenido en grasas y vitaminas liposolubles (A y D fundamentalmente)», detalla la organización. No forma parte de la misma categoría que el resto de lácteos y es una grasa animal cuya ingesta debe ser ocasional.
Para la OCU, una ración de lácteos es:
«En su afán por dar una imagen más saludable a sus productos, los fabricantes ya no solo se limitan en añadir ingredientes funcionales, sino que hacen recomendaciones nutricionales que no son ciertas», denuncia la OCU. Por tanto, a nivel nutricional su consumo «debe ceñirse a las recomendaciones para las grasas»,