Dijo Séneca, el filósofo cordobés, que hay que soportar el dolor hasta donde la razón pida, y no hasta donde exige la costumbre. Las democracias avanzadas deben legislar la eutanasia sin miedo a la costumbre y a las interpretaciones religiosas. Cuando la medicina no tiene nada que ofrecer a un enfermo incurable que soporta dolores superiores a lo que es capaz de aguantar y solicita que le apliquen la eutanasia, lo menos que la sociedad le puede ofrecer es una ley que regule su aplicación.

Juan Pedraza

Madrid

Puedes seguir EL PAÍS Opinión en Facebook, Twitter o suscribirte aquí a la Newsletter.

 » Más información en elpais.es