Paso al frente de la Generalitat para tomar las riendas del hospital Sant Joan de Reus. Las deudas que arrastra el centro sanitario han impulsado al Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) a asumir la gestión del hospital y a apartar al Ayuntamiento de Reus de la toma de decisiones. Tomando el control del Sant Joan, el CatSalut se hace cargo también de la deuda que arrastra, que asciende a más de cinco millones de euros. El consistorio solo se reserva la titularidad del megaedificio.

La fórmula que finalmente se aplica supone desestimar el modelo de consorcio que había apuntado el exconsejero del ramo, Toni Comín, y que implicaba dejar el Hospital Sant Joan en manos de la Generalitat y del consistorio, prácticamente en un equilibrio de poder entre ambas administraciones. Comín llegó a firmar, junto con el alcalde de Reus, Carles Pellicer, un protocolo de intenciones que trataba de poner las bases del consorcio. La Generalitat finalmente ha decidido que la mejor manera de garantizar la viabilidad del hospital reusense es crear una sociedad pública, administrada por el CatSalut, y que tiene que estar operando en el plazo máximo de un año.

La solución se plantea, según detalla el departamento de Salud, para garantizar “a través del CatSalut” los servicios asistenciales que ofrece el hospital a la población de Reus y a parte de la región del Camp de Tarragona. La nueva sociedad que comandará el hospital asumirá tanto la actividad del Sant Joan como la atención primaria que viene prestando Sagessa. Adrià Comella, director del CatSalut, ha confirmado que la operación supondrá incluir también bajo el mismo paraguas de gestión al Hospital de Móra d’Ebre.

Las negociaciones para definir el modelo de gestión del hospital reusense han sido un tira y afloja que, incluso, llegó a propiciar el cese del director territorial de Salud, Roger Pla, y del director del Sant Joan, Óscar Ros. Finalmente, una vez ha visto agotado su crédito, el ayuntamiento asume la pérdida de poder en la gestión. Carles Pellicer (PDeCAT) ha afirmado que llega la “necesaria solución” para el hospital y Noemí Llauradó, concejal de ERC y presidenta del hospital, ha tildado de “solución óptima” la propuesta acordada.

El Hospital Sant Joan está en el punto de mira de la trama Innova de presunta corrupción en la sanidad pública y, tras sus apuros económicos, anida una ansia por convertir al centro en un punto de referencia de la sanidad en el sur de Cataluña. El ambicioso diseño del hospital Sant Joan ha sido su principal lastre. Josep Prat, excerebro del holding Innova y antiguo presidente del Instituto Catalán de la Salud (ICS), hizo sus primeros pasos en la gestión sanitaria asumiendo, en 1985, la gerencia del antiguo Hospital Sant Joan. Con el tiempo, su influencia y sus maniobras fueron clave para impulsar un nuevo edificio faraónico: 93.000 metros cuadrados y un coste de 170 millones de euros.

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