La familia Franco ha acogido con “profunda decepción” la decisión del Supremo de dar la razón en todo al plan del Gobierno de exhumar al dictador e inhumarlo en el panteón de Mingorrubio. La determinación es batallar judicialmente hasta el final y no aceptar ningún tipo de presión, tampoco de la Iglesia. Los Franco, que han contado hasta ahora con el apoyo del prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera contrario al traslado, afirman que solo se plegarán si el Papa ordena al responsable de la basílica aceptar la exhumación.

Los siete nietos de Francisco Franco han establecido en estos meses de disputa con el Gobierno de Pedro Sánchez una relación mucho más que profesional con su abogado, Luis Felipe Utrera Molina, hijo de José Utrera Molina, secretario general del Movimiento que encabezó el dictador. Hablan casi a diario, en ocasiones si alguno está de viaje hasta por Skype, y ahora todos se encuentran en Madrid. Su conexión y comunicación es también frecuente con el prior de la Abadía del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, auténtico valladar en favor de las tesis de los familiares contra la exhumación de Franco.

Utrera Molina ha consensuado con sus clientes y ya amigos, en recientes reuniones y por unanimidad, que agotarán todas las vías judiciales a su alcance para llevar esta batalla hasta el final, tanto presentando en su momento en España un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional como, más tarde, otro ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. No contemplan la cesión ni desistir en ese empeño como consecuencia de ninguna presión, salvo en un caso. El letrado Utrera Molina lo explica: “En el Código del Derecho Canónico de 1983 se contempla el Canon 332, que permite al Papa abocar cualquier decisión dentro de la Iglesia”.

El Canon 332 dice literalmente: “El Romano Pontífice obtiene la potestad plena y suprema en la Iglesia mediante la elección legítima por él aceptada juntamente con la consagración episcopal. Por lo tanto, el elegido para el pontificado supremo que ya ostenta el carácter episcopal,

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