Si continúa aumentando al ritmo actual, la incidencia de la diabetes tipo 1 se habrá doblado en 20 años y los especialistas no saben por qué. En un estudio publicado recientemente en la revista Diabetología se observa que los casos de diabetes tipo 1, que se suele diagnosticar en la infancia o la adolescencia, están aumentando un 3,4% al año de media en Europa. Las personas afectadas por esta enfermedad, provocada por una respuesta del propio sistema inmunitario que destruye las células beta del páncreas y le impide producir insulina, requieren inyecciones de esta hormona para controlar los niveles de azúcar en sangre y evitar ceguera, problemas cardiovasculares y otras complicaciones.
El estudio epidemiológico, que se realizó a partir de información recogida entre 1989 y 2013 en 26 centros de 22 países europeos, muestra dónde es más frecuente la enfermedad y cómo evoluciona a lo largo de los años, pero no explica a qué se debe su incremento. Los datos muestran una gran variación por regiones. En Polonia, el incremento anual fue del 6,6%, mientras en España, donde hay alrededor de 250.000 afectados, el Departamento de Salud de Cataluña solo observó un incremento del 0,5%. En los países nórdicos se da la mayor incidencia de la enfermedad, que desciende según se avanza hacia el Mediterráneo, sin embargo, en la isla italiana de Cerdeña las cifras parecen propias de Escandinavia. Los científicos le dan vueltas a los datos aparentemente contradictorios en busca de pautas en las que encontrar el origen del aumento de la diabetes, por el momento sin éxito.
El estilo de vida occidental reduce la diversidad de los microbios del intestino, algo que podría tener relación con las enfermedades autoinmunes
“Para intentar explicar lo que pasa en Escandinavia se ha especulado con que podía tener relación con el sol o con la vitamina D”, explica Conxa Castell, jefa del Servicio de Promoción de Vida Saludable y Prevención de Enfermedades Crónicas no Transmisibles de la Agencia de Salud Pública de Cataluña y coautora del estudio.