Para todas las crisis alimentarias existe un protocolo que las autoridades sanitarias deben seguir, pero la gestión del brote de listeria deja muchas preguntas en el aire. «Ha sido un ejemplo de lo que no hay que hacer», asegura Beatriz Robles, tecnóloga de alimentos y experta en seguridad alimentaria. «La gestión ha podido tener defectos y si los ha habido, deberá ser un juez el que determine qué ha ocurrido», apunta Alfonso Carrascosa, científico del CSIC y experto en Seguridad Alimentaria.

¿Cómo es posible que una fábrica que produce miles de kilos de carne esté contaminada?

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Bacteria de listareia. / Reuters

«Es factible que sin un proceso de limpieza y desinfección adecuado, un instrumento para mechar carne que esté contaminado con listeria pueda actuar como diseminador del patógeno», explica Ana Isabel Vitas, profesora de Seguridad Alimentaria y Microbiología de Alimentos en la Universidad de Navarra. «Puede haber fallado el programa de limpieza de la mechadora. La responsabilidad última es de la empresa, que está obligada a implementar programas de higiene para limpiar todos los días la maquinaria. Lo que ocurre es que a veces ocurren accidentes y es lo que ha podido pasar aquí», destaca Carrascosa.

¿Por qué se tardó tanto en tomar medidas?

«Tiene que haber un número de casos y un origen común. En un brote de listeriosis en Estados Unidos se tardó un mes en dar la voz de alarma. Los protocolos están perfectamente establecidos por la legislación», dice Carrascosa. «En función de si el repunte de junio era significativo o no estadísticamente, habría procedido hacer la investigación antes. Si no se hizo es porque se consideró que el aumento del número de casos no era clínicamente llamativo», agrega Robles.

¿Por qué en el laboratorio que analiza las primeras muestras hubo un error de identificación de la carne?

El consejero de Salud y Familias de la Junta,

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