Si la historia de Christian te ha hecho pensar y tú también quieres ayudar a esta causa para cambiar el mundo

ACTÚA

Atención, pregunta: que levante la mano aquel a quien le guste ir al dentista, aunque sea para una revisión; no digamos si es para un empaste o un implante. Sí, es una de las visitas que hacemos con más temor, y no solo por el tema del bolsillo. Salvo que usted se llame Teresa Toledo, en cuyo caso irá al dentista de mil amores. ¿Quién es ella?

Teresa Toledo tiene 51 años y vive en Barcelona. Hace un tiempo, apenas salía a la calle. En los servicios sociales del Ayuntamiento le habían dicho que el estado de sus dientes era uno de sus principales problemas de autoestima. Había pedido varios presupuestos para arreglar su maltrecha dentadura, pero le pedían 18.000 euros, una cifra que no podía pagar con su pensión de 640 euros por incapacidad total. Los años pasaban, los dientes seguían en mal estado y Teresa no salía de casa, ni mucho menos, sonreía.

Hasta que conoció la clínica de Christian Vargas, Les 1001 Dents. En esta particular clínica hay dos entradas, una para los que pueden pagar los tratamientos dentales y otra para los que no. Y, como si de un genial truco de prestidigitador se tratase, lo que unos abonan por sus visitas al odontólogo sirve para sufragar la felicidad de los que lo han perdido casi todo. Hasta la sonrisa.

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