Los medicamentos son sustancias altamente reguladas en pos de la seguridad de todos los que los usan, pero ello no evita que existan algunos posibles efectos secundarios que en ciertos casos llegan a ser graves. Por ello, es fundamental seguir las instrucciones del médico que nos los receta a la hora de tomarlos.
Inhibidores JAK
En este sentido, recientemente la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la Agencia Española de Medicamentos y productos sanitarios (AEMPS) han emitido advertencias sobre el riesgo de una serie de medicamentos antiinflamatorios, los inhibidores de la quinasa Janus (conocidos como inhibidores JAK).
Esta alarma parte de los resultados preliminares de un ensayo clínico en el que se observó que los pacientes de artritis reumatoide tratados con estos fármacos tenían un mayor riesgo de neoplasias malignas, además de mayor riesgo de eventos adversos cardiovasculares mayores.
De hecho, el comité evaluador de la EMA (PRAC) considera que todos los inhibidores de JAK pueden causar como efectos adversos un aumento de los eventos cardiovasculares mayores, neoplasias malignas (cáncer), tromboembolismos venosos, infecciones graves y mortalidad por todas las causas.
Los medicamentos no se retiran
Aún así, estos datos no justifican por sí solos la retirada del mercado los medicamentos, actualmente empleados en el tratamiento de afecciones crónicas con un componente inflamatorio tales como ciertos tipos de artritis,