Acompañar a los niños al colegio, tomar un café con los amigos, ir a trabajar, volver, salir a correr… Son actividades que forman parte de un día normal en la vida de mucha gente, rutinas que ejecutan casi automáticamente, costumbres sencillas, pero significativas. Sin embargo, son todo un reto para personas como Helen, una exenfermera de 36 años que ha convivido con la depresión toda su vida, y que ha empezado a ver cómo se abre un claro entre las nubes gracias a una nueva y revolucionaria medicación.

Ningún antidepresivo convencional, terapia u hospitalización la ayudaba a sentirse normal hasta que, en 2017, en uno de sus múltiples ingresos hospitalarios, los médicos le propusieron visitar a una psiquiatra del Hospital Warneford, en Oxford (Reino Unido). La especialista estaba tratando a pacientes con un fármaco en fase de ensayo clínico que estaba teniendo muy buenos resultados. Helen no tenía nada que perder, así que decidió probar. Su vida cambió para siempre.

Inmediatamente después de iniciar el nuevo tratamiento, floreció como si fuera una persona nueva. “Siento que soy capaz de manejar mis pensamientos, eso es lo que hace esta medicación. Disminuye la velocidad de mi proceso de pensamiento, así que, en lugar de estar completamente abrumada por todos esos sentimientos negativos, me deja pensar, detenerme y respirar. Mi cerebro va suficientemente lento como para que me dé tiempo a asumir que puedo lidiar con esto, que no debo darme por vencida. Siento que ahora tengo un arma con la que puedo luchar con todos esos demonios que están en mi cabeza y enfrentarme a la vida”, comentó a la BBC en una entrevista.

Habla solo por sí misma, pero hay muchas otras personas que están en su misma situación, que se sienten tan hundidos como ella: aproximadamente un tercio de los pacientes con depresión severa no responden a los antidepresivos disponibles. Sus vidas, como la suya, están envueltas en una penumbra que también podría disiparse pronto, gracias al fármaco que los científicos probaron en Helen, ahora que ha superado los ensayos clínicos y ha sido aprobado en Estados Unidos.

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