Javier Padilla (Madrid, 1983) es uno de los 25.000 sanitarios españoles contagiados por coronavirus y está pendiente de dar negativo en el próximo test para reincorporarse a la trinchera. Médico de familia en un centro de la capital, fue candidato en las últimas elecciones por Más País y ha publicado un libro, ‘¿A quién vamos a dejar morir?’ (Capitán Swing, disponible en ebook), en el que reflexiona sobre el futuro de la sanidad en España.

-Desgraciadamente, el título de su libro parece premonitorio.

-Cuando lo escribí, se refería a cómo las políticas de empleo, de renta o de educación tienen un impacto en la esperanza de vida. Ahora, la pregunta ‘a quién vamos a dejar morir’ nos hace pensar en respiradores o en residencias de ancianos. Hay decisiones en diferentes niveles que determinan que la gente viva o muera.

-¿Cómo se ha llegado a una crisis como la del Covid-19?

-Todos los países del mundo han tenido que llevar a cabo medidas de priorización, pero en España han tenido un mayor impacto porque los recursos que teníamos para gestionar una situación así son menores que hace unos años. Por ejemplo, en números de camas de UCI nos encontramos en la parte media-baja de los países de nuestro entorno. Si miramos el número de pacientes frágiles, estamos arriba. Siempre decimos que nuestra esperanza de vida es muy alta, pero tenemos índices medios en años de vida saludables a partir de los 65. Es decir, en España la gente vive muchos años, pero muchos de esos años, los vive enferma. Eso ahora es un factor de vulnerabilidad.

-Sin recortes en sanidad, ¿la situación sería menos dramática?

-Sin recortes en instalaciones, en recursos humanos, en dependencia o en residencias de mayores, habríamos tenido una crisis muy dramática, pero habríamos tenido más capacidad para hacer que el daño hubiera sido menor.

-¿Cómo se puede preparar el sistema público para el futuro?

 » Leer más