A las puertas de la primavera, a mucha gente le entran las prisas para ponerse en forma de cara al verano y, aunque lo ideal es cuidarse todo el año, en marzo todavía no está todo perdido, sobre todo si empezamos ya, somos constantes y elegimos el entrenamiento adecuado.
Uno de ellos puede ser el HIIT, un entrenamiento que se ha puesto muy de moda en los últimos años y que ha demostrado ser muy eficaz tanto para perder grasa y adelgazar como para ganar forma física y mejorar el rendimiento en poco tiempo.
HIIT (high intensity interval training), según sus siglas en inglés, es un entrenamiento interválico de alta intensidad. Es decir, que alterna períodos cortos de ejercicio de alta intensidad con períodos de recuperación con descansos o ejercicio menos intenso o ligero. La duración de estos intervalos puede ser muy variable dependiendo de la forma física de quien la practique y del nivel que tengamos, pero suelen oscilar entre los 20 segundos y los cuatro minutos. El motivo de que estos intervalos sean cortos es que el cuerpo no puede dar el máximo durante mucho tiempo, porque para que el HIIT sea eficaz, hay que dar el máximo en cada intervalo de alta intensidad.
Dada la naturaleza de este entrenamiento, es normal quedarse sin aliento, pero gracias a los periodos de descanso o ejercicio menos intenso, y que las sesiones son cortas (unos 20 minutos máximo la fase principal), basta mentalizarse para terminar las sesiones con éxito.
Una de las cosas que más atraen del entrenamiento HIIT es su eficacia para perder grasa en sesiones cortas, superior a la de otros entrenamientos, como musculación o el cardiovascular. Esto se debe a la naturaleza en sí del HIIT, que aprovecha lo que se llama el efecto EPOC (exceso de consumo energético post-entrenamiento), es decir, que el metabolismo se acelera, no sólo durante la sesión de entrenamiento, sino que desciende de un modo tan lento que seguimos quemando más grasa de lo habitual también después del ejercicio. Según algunos estudios, durante 36 o 48 horas después de una sesión HIIT, quemaríamos un 15% más de energía que si no hubiéramos hecho ese ejercicio o hubiéramos optado por otro. Es por eso que, aunque en la sesión en sí quememos las mismas calorías que en otra rutina, su eficacia para quemar grasa será mayor.