Cuidar de nuestra barba requiere de todo un ritual de belleza que debemos llevar a cabo sea cual sea el tipo de vello facial que queremos lucir. Tanto si apostamos por una versión más hipster, que acapare todas las miradas, como por un afeitado rasurado que nos dé pocos quebraderos de cabeza en lo que a arreglos se refiere. Eso sí, sea cual sea nuestro estilo, contar con las herramientas adecuadas a lo que queremos conseguir es más que necesario. Y es que no emplearemos el mismo dispositivo si necesitamos recortar nuestro vello, para lo que apostar por una recortadora con varios niveles de precisión es la mejor opción, que si queremos eliminar de raíz cualquier rastro de barba. Claro está que si encontramos un dispositivo versátil capaz de dar respuesta a diferentes necesidades no debemos dudarlo e incluirlo en nuestro neceser para conseguir los mejores resultados.
Pero, además de contar con buenas herramientas, debemos cuidarlas y mantenerlas bien para que sigan siendo efectivas y dando resultados. Así que, tras afeitarnos o arreglar nuestra barba, toca limpiar a fondo y dejar como nueva la maquinilla o recortadora que estamos usando. Y esto significa llenar el lavabo o el lugar donde nos afeitemos de pequeños pelitos difíciles de eliminar. Con todo ello,