A muchos niños les resultan complicadas o se les hace cuesta arriba en el colegio, sin embargo, las ciencias son el pan nuestro de cada día y fundamentales para entender muchos de los avances que nos rodean. Fomentar el gusto por ellas desde pequeños en el propio hogar puede hacerlas mucho más atractivas a la hora de afrontarlas en el aula y les ayudará a comprender mejor el mundo en el que viven. ¿Cómo podemos hacerlo? Estos son algunos trucos que podemos utilizar sin necesidad de grandes presupuestos, simplemente tirando de ingenio y el entorno que nos rodea.
En la actualidad existen en el mercando infinidad de juegos de ciencia – química, robótica, cuerpo humano… – y aparatos científicos adaptados a su edad como microscopios, prismáticos, telescopios… que se pueden regalar al niño con motivo de algún momento especial como cumpleaños o Navidad y que pueden convertirse en objetos realmente atractivos para introducirse de una manera lúdica en la materia.
Una visita en familia a museos como los dedicados a las ciencias naturales, la tecnología, la robótica, o a un planetario y centros de interpretación son una estupenda opción para abordar de una manera amena las ciencias y experimentar in situ. La mayoría de ellos ofrecen de manera habitual distintos talleres donde los pequeños podrán aprender a través de juegos e interactuando con otros niños.