No se habla de ellas; por eso, contraer una enfermedad o una infección sexual conlleva desconocimiento y, peor aún, culpa. El problema recae en la poca información alrededor del tema, ya que algunas de estas enfermedades no se contagian solo con el contacto vaginal o anal, sino también oralmente. A veces no presentan síntomas evidentes, por lo que hace difícil su reconocimiento; y aunque lo fueran, desconocemos qué tipos hay, cómo se llaman o en qué afectan. Precisamente por el tabú creado a su alrededor, cuando se contrae la infección o enfermedad, se acarrea una culpa irracional. Además, avisar a las posibles personas que también pueden estar afectadas se convierte en un paseo de culpa, vergüenza y juicios morales. ¿Es la varicela un tabú? No. Pues hablemos de las ETS/ITS con la misma libertad, por favor, por el bien común.

Yosune Rodríguez Arenas. El Masnou (Barcelona)

Puedes seguir EL PAÍS Opinión en Facebook, Twitter o suscribirte aquí a la Newsletter.

 » Más información en elpais.es