Las fracturas óseas son tan dolorosas y latosas que las temen personas de cualquier edad, sin embargo, hay un tipo de lesión que no tiene que ver con la vejez ni por un golpe traumático al tropezarse o caerse. Estas son frecuentes en deportistas, pero también pueden esconder deficiencias óseas o estar originadas por enfermedades como la diabetes, el sobrepeso o la osteoporosis, que causa más de 800 fracturas diarias en España.

La fractura por estrés no supone una fractura completa sino que se produce por pequeñas fisuras originadas por tensiones repetidas. Las extremidades inferiores, en concreto los pies, y la pelvis son las zonas especialmente más expuestas a esta lesión. En cuanto a las extremidades superiores (clavícula, húmero, muñeca) se identifican más claramente en deportistas que practican, por ejemplo, gimnasia o levantamiento de pesas.

El momento de la fractura se produce cuando el músculo está fatigado y pasa la carga al hueso, que se va agrietando progresivamente hasta que la persona ya notará la molestia, el dolor. Como informan desde el Colegio de Farmacéuticos de Valencia, estas fracturas pueden originarse por debilidad (deficiencia ósea) o por fatiga, cuando esa sobrecarga es repetitiva e intensa, propia del ejercicio físico.

Atención a la práctica deportiva

En el ámbito deportivo,

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