La ética médica, desde el Juramento Hipocrático, trata de la conducta profesional de los médicos. Así, la deontología profesional en medicina se refiere a lo bueno y adecuado. La ética médica integra los valores, las actitudes, los derechos y las obligaciones que atañen al médico en el ejercicio de sus funciones, y también a los argumentos para la toma de decisiones. Estas se basan en aspectos clínicos y técnicos, pero también éticos y socioeconómicos como, por ejemplo, la distribución de los recursos de los que se dispone.

Principios bioéticos y derechos humanos

La Bioética, como ética aplicada a las ciencias de la vida, se identifica con la ética médica y con el análisis de los procedimientos para la toma de decisiones. También con la ética de la investigación en personas, contexto en el que se gestan, a mediados del siglo XX, los principios de autonomía o respeto por las personas, beneficencia (y no maleficencia) y justicia, que sirven, junto a los derechos humanos internacionalmente reconocidos, para fundamentar y argumentar la toma de decisiones en el ámbito sanitario.

En una sociedad longeva como la europea, la pandemia por COVID-19 nos enfrenta a dilemas éticos de calado en el contexto hospitalario. Conviene destacar aquí los comités de ética asistenciales como instancias interdisciplinares, que asesoran en situación de conflicto para elaborar y revisar los códigos éticos de la institución y para formar en temas «bioéticos» (la formación en ética y bioética es hoy crucial para los profesionales sanitarios).

Del paternalismo a la autonomía en sanidad

La ética médica ha transitado del paternalismo médico de principios del siglo XX, cuando la frase «todo por el paciente pero sin el paciente» definía al médico, a la reivindicación de la autonomía en sanidad en la que quien toma las decisiones es el paciente/usuario, quien tiene derecho a aceptar y rechazar tratamientos, incluidos los de soporte vital mediante el requisito del consentimiento informado y a otorgar voluntades anticipadas.

 » Leer más