La mascarilla es ya un complemento más de nosotros y se ha convertido en un elemento central de nuestra vida. Sin embargo, no siempre las usamos bien, ya que su colocación tiene mucha importancia para que cumpla su función.
Así lo asegura el científico español José Luis Jiménez, en una entrevista realizada por Consalud: «Para filtrar el aire que respiramos necesitas una mascarilla bien ajustada (…) una mascarilla que protege te deja una marca en la cara, el 80% o 90% de la gente la lleva mal«.
Este doctor en Ingeniería por el MIT y catedrático de Química y Ciencias Medioambientales reconoce que «al principio de la pandemia nos metieron mucho miedo con las superficies y con las gotas proyectiles, y ahora ya sabemos que estas dos maneras de contagiarse son pequeñas, casi diría residuales«.
Jiménez añade que «hay más de 100 millones de contagios en el mundo y cero casos demostrados de transmisión en superficie. Sabemos que la manera de transmisión principal es por el aire, el virus lo respiramos y nos infectamos».
«se ha tergiversado la ciencia a propósito para proteger el suministro de mascarillas», sentencia Jiménez.
Para el científico español «la mejor es la mascarilla FFP2, pero se han vendido mucho las que se colocan en las orejas y esas sellan mal,