Hace tiempo que muchos estudios vienen advirtiendo de los riesgos de comer demasiados alimentos ultraprocesados, comidas ricas en elementos poco saludables como azúcares o grasas saturadas que por desgracia son cada vez más ubicuos en países occidentales desarrollados como España.
No todas las personas tienen la misma tendencia al consumo de esta clase de alimentos, y precisamente estas preferencias resultan muy interesantes por lo que revelan acerca de los efectos que los ultraprocesados tienen en nuestro organismo. Por ahora sabemos exactamente qué mecanismos operan tras esta diferencia (hay evidencias incluso que los han comparado con los procesos de adicción desencadenados por ciertas drogas), pero lo que sí que está claro, como explica un estudio recientemente publicado en el medio especializado Journal of Translational Medicine es que la debilidad por alimentos como los dulces puede incidir negativamente en nuestra salud.
La importancia de las preferencias
El trabajo, llevado a cabo por un equipo de la Universidad de Surrey en Guilford, Reino Unido, analizó datos de nada menos que 181.738 participantes en la base de datos UK Biobank. Los autores emplearon herramientas de inteligencia artificial para dividirlos en tres grupos, en base a sus preferencias alimentarias: los que cuidan su salud, los omnívoros y los golosos.
Los primeros muestran una fuerte preferencia por frutas y verduras sobre las comidas dulces y las de origen animal;