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Numerosos ayuntamientos británicos están reclamando un cambio en las normas que establecen que los conductores tienen que ser avisados dos veces, con un «minuto de gracia» entre ambas, antes de ser multados por estar parados con el motor en marcha, una práctica que contribuye a la contaminación ambiental. Con ello, lo que pretenden es poder imponer la sanción directamente cuando un conductor sea sorprendido estacionado con el motor a ralentí.
Así lo ha informado el medio The Guardian, que explica que pronto los municipios podrían obtener esta competencia, ya que el gobierno central está considerando dicha posibilidad. En ese sentido, el secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, ha dicho que este cambio debe ser considerado siempre que los ayuntamientos usen estos poderes «proporcionadamente».
En la situación actual, estas multas varían entre 20 y 80 libras. El Ayuntamiento de Westminster, por ejemplo, ha emitido 39 sanciones por esta causa desde 2017, cuando entró en vigor la penalización bajo el actual sistema.
Las autoridades municipales londinenses, incluso, están pidiendo poder aplicar sanciones por encima de las 1.000 libras para los reincidentes en esta práctica, argumentando que especialmente los repartidores y otros conductores comerciales son los que más cometen esta falta.
«Tenemos que cambiar la manera en la que la gente piensa sobre el ralentí», señala la alcaldesa de Westminster, Nickie Allen, que añade que esta práctica ha contribuído innecesariamente a la contaminación atmosférica.
«Después de hablar con más de 20.000 conductores hasta ahora, hemos visto que quienes no apagan el motor lo hacen por hábito. Cuando se informan del daño que causa, incluído el riesgo para la salud, y se les pide que apaguen el motor, lo hacen y se lo piensan dos veces antes de volver a dejar el motor encendido. Las multas deben de ser el último recurso, preferimos pedirlo amablemente».
Para Aiken, una suma de cuatro cifras supondría una disuasión suficiente para las grandes compañías cuyos conductores no apagan el motor «de manera habitual y persistente, incluso después de que se les llame la atención».
El ayuntamiento de Camden, por su lado, solicita poder multar instantáneamente a los motoristas.