Pilar de Borbón, fallecida este miércoles en Madrid a los 83 años, era una habitual del mercadillo solidario que cada año organizaba la ONG Nuevo Futuro, de la que la hermana mayor del Rey emérito era una de las impulsoras, además de su presidenta de honor. La infanta de España y duquesa de Badajoz, junto a Pina Sánchez Errázuriz, presidenta de la asociación, daban el pistoletazo de salida a cada Navidad con la inauguración de dicho mercadillo benéfico, cuya recaudación se destina a los niños y jóvenes sin hogar con los que trabaja la ONG.

Nuevo Futuro es una asociación que desde hace más de 50 años cuenta con 116 hogares y centros de acogida repartidos entre España, Portugal, Colombia, Santo Tomé y Príncipe y Perú. En España, gestiona 96 hogares y más de 1.300 plazas, lo que la convierte en la entidad privada con más menores tutelados en acogimiento residencial.

Precisamente la última vez que se vio en público a la infanta Pilar fue el pasado mes de noviembre, durante la celebración de El Rastrillo en el pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid. La hermana de don Juan Carlos aparecía con muy buen aspecto, después de que tuviese que ser ingresada en un hospital de Mallorca a finales de verano y tras ser operada de un cáncer de colon el pasado mayo. “Aquí estoy, sigo viva y voy a estar al pie del cañón ayudando en todo lo que pueda”, dijo durante la presentación. Ha sido siempre su buena actitud, su cercanía y su claridad a la hora de hablar de cualquier tema lo que ha convertido a Pilar de Borbón en uno de los miembros más próximos de la familia.

Su idilio con el mercadillo benéfico comenzó por casualidad y poco después de su boda con Luis Gómez-Acebo en 1967, cuando acudió por primera vez invitada por una amiga. Allí los dos se enamoraron de la iniciativa y decidieron formar parte de ella.

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