Hasta un 50% de los pacientes que sufren un ataque cardíaco desarrollan posteriormente una insuficiencia cardíaca crónica. Hasta ahora se desconocían las causas, pero un nuevo estudio ha destapado el mecanismo que subyace al problema, abriendo la puerta al desarrollo de tratamientos que podrían prevenirlo en millones de personas anualmente.

Demasiado tejido graso en el corazón

Como explican los autores en el medio especializado Nature Communications, la clave está en el hierro. Este metal, que es fundamental en nuestra dieta, parece estimular la formación de tejido graso en el corazón tras un ataque cardíaco, provocando eventualmente la insuficiencia cardíaca.

Los avances más recientes, detallan los investigadores, han mejorado con mucho la supervivencia para todos los pacientes que sufren ataques cardíacos. Sin embargo, muchos de ellos aún sufren complicaciones a largo plazo.

El estudio se practicó sobre grandes modelos animales, a los que se realizó un seguimiento de seis meses. Encontró que, en aquellos ataques cardíacos que provocan hemorragia en el corazón (aproximadamente la mitad del total), el tejido cicatrizal lentamente se va sustituyendo por grasa. El tejido graso no puede empujar la sangre de manera eficaz, lo que termina llevando a la insuficiencia cardíaca (y, eventualmente, a la muerte) a los supervivientes de este tipo de eventos.

El hierro como catalizador

Mediante el uso de técnicas de imagen no invasivas,

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