El Gobierno de Portugal, en una decisión con pocos precedentes en 40 años de democracia, obligará a los enfermeros de cirugía a trabajar, tras meses de huelgas intermitentes que han aplazado más de 8.000 operaciones desde noviembre.

De los centenares de paros que ha habido y hay en el último año en todos los sectores de la función pública, ninguno ha tenido tantas consecuencias prácticas como la de los enfermeros quirúrgicos. Apenas 600 de un colectivo de 40.000 han conseguido retrasar miles de operaciones en los hospitales. En esta semana comenzó otra oleada de huelgas en seis hospitales del país, que mañana se ampliarán a nueve, y que seguirá hasta el 28 de febrero.

El Consejo de Ministros celebrado hoy jueves recurre a una ley que ha sido invocada en 30 ocasiones desde 1974 y casi siempre para acabar con huelgas de pilotos de TAP o de ferrocarriles. Esta norma solo puede ser aplicada en “circunstancias particularmente graves”, cuando no estén asegurados los servicios mínimos. Ahora el Ministerio de Salud deberá señalar el número mínimo de trabajadores necesarios para asegurar el servicio público así como la duración de este régimen laboral excepcional.

El viernes el primer ministro, António Costa, ya anunciaba que su Gobierno iba a recurrir a la figura jurídica de la “requisición civil”, en definitiva, la obligatoriedad de acudir al trabajo. “Son huelgas salvajes que buscan simplemente atentar contra la dignidad de los enfermos, contra el Servicio Nacional de Salud y son absolutamente ilegales”. En un país extremadamente respetuoso con las huelgas, en donde ya es muy raro que se aprueben servicios mínimos, este recurso del Gobierno tiene un carácter excepcional.

Una de las promotoras de la huelga es Lucía Leite, presidente de un nuevo sindicato de enfermeros, ASPE, al margen de las centrales clásicas, que ideó estas ‘huelgas quirúrgicas’ -por el lugar donde se realizan y por su concreción- y también una nueva forma de caja de resistencia, el crowdfunding. Han recogido más de 700.00 euros a través de donaciones anónimas,

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